Esa nada que me llena,
soledad que regocija,
alma triste que se encierra en el vacío,
un desierto interminable de misterios.
Decidí mi aislamiento en el destierro,
laberinto sin salida
dando vueltas al exilio de mí mismo.
Un cautivo entre penumbras,
preso…esclavo de recuerdos que lastiman.
Soledad estas de vuelta para hacerme compañía,
yo creí que me olvidaste.
Ahora sé que somos dos en esta angustia…
bienvenida