Mi hoja se resiste a la tinta de mi pluma, a las emociones atrapadas,
No quiere que mancille su virginal vocación inédita de sueño imposible.
Ayer un sentimiento furtivo, miro su llanto entre tachones y borrones,
Se dolió de cómo sangraba malherida; presagiando el cesto o el portal de poesía.
En algunas ocasiones su cuerpo blanco, permite deslizar mi pluma
Y se regocijas con mis caricias y permite que deje mis fantasías como tatuajes
Te recorro de la cabeza a los pies y mi firma poética es como un beso de despedida,
una promesa de volver mañana con un puño de poemas que pondré en su cuerpo blanco.
Una hoja en blanco, una copa de vino guitarra; pueden ir juntos y volver separados,
Hay veces que mi hoja hace naufragar la pluma, el vino sabe a vinagre y a mi guitarra le duele el corazón
y regresa sombría, sedienta de luces, tonos y una necesidad de ti, de tus escritos.
En ocasiones la noche se resiste a dejar de ser doncella, así como tú a veces no quieres ser poema.
Una hoja en blanco no es otra cosa, que un pensamiento sin nacer, una negación literaria,
Así como Tú te ves hermosa cuando ríes, una hoja en blanco es hermosa con unas letras,
Que explique su sueño, que sienta las manos y los labios que la leen y ese mirar de tus silencios,
Un poema escrito en mi hoja blanca es una gaviota en el cielo del mar de muchas ensoñaciones.
Dejame embriagarte con mis letras, subir por todos tus montes como bolígrafo en una noche,
sembrar tu jardín con mis letras, hacer que florezca la valentía dentro de tus miedos
deja de consumirte sola y virginal como vela en medio de la tormenta que no cesa, dejame romper el silencio de tu blancura, acomodar mis letras en tu regazo y develarte mi secreto., en esta hoja aun en blanco.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO