Embriagada
en el aroma
del rosal de tu pecho
me arrullé cual paloma
enamorada.
Borrada en la inmensidad
del horizonte. Fui ceniza
entre brasas, consumida
de tanto querer.
En el camino sin tiempo
y brillos en la oscuridad
de la noche.
Mi alma quedó engarzada
del decir sin palabras
en crepúsculo naciente
de un eternizado
Amor.
luz teresa maldonado folkerts