No sé qué tienen tus ojos que me tienen perdido y no puedo dejar de admirarlos.
No sé qué tiene tu boca que me hechiza y hace que quiera quedarme a vivir en ella.
No sé qué tienes que no puedo dejar de deslumbrarme con todo lo que descubro en ti.
No sé qué tienes pero quiero conocerte aún mas y ser víctima de tanta hermosura angelical.
Está claro, no es lo que tienes tú, es lo que siento yo cuando te veo pasar.