Lucy Quaglia
Una Tarde (Número 2)
Una tarde caliente
de un hermoso otoño
soñando con nieve
blanca como el moño
que el pelo me ataba
cuando me veía
jugando a la mancha
debajo la higuera
que nos regalaba
los higos frondosos,
dulces y sinuosos
que a mí me encantaban.
Una tarde querida
para la familia,
los chicos y abuelos,
la casa de al lado
con vecinos ricos
pero muy cercanos
dentro la alegría
de un año que llega
en los pocos días
que ahora se vuelan
hacia el horizonte
de las cosas buenas.
Una tarde florecida
debajo la nieve,
con luces de pinos
que anuncian al Niño
de la Nochebuena,
regalos pendientes
sobre la escalera
con escarbadientes
en platos con queso
que se va comiendo
en las reuniones
que ya no se hacen
mientras que la vida
queda silenciosa,
sin ruido y sin miedo.