Aunque tu amor enardece,
Mi sensible amor envejece,
Cupido ya nos fijó un finito,
A un solo corazón, me limito.
Cuando mi transitar sea cielo,
Y los querubines sean tu celo.
Ya no ensuciaré mi albo traje,
No me digas; cometo ultraje.
Pero si mi amor en esta vida,
No te parece gran maravilla.
¿Y si los ángeles respetan?
Y en su sentir… no se besan.
Tenemos años para besarnos,
Y en nuestra litera desatarnos.
Pero, si lo normal, es el hecho.
Seré contorsionista, en el lecho.
Quería revelar la triste ruptura.
No fue favorable a cierta altura.
Nuestro celado lecho se rompió.
Pues locas piruetas, no aguantó.