César Ortega.

Ojalá.

Ojalá que el viento lleve mis besos, allá dónde te has marchado.

Ojalá que mi alma se deslice suavemente para tenerte en mis sueños.

Ojalá que dónde estés, llegue a ti el dulce murmullo de mis versos.

Ojalá, que nunca más vuelvas.