Fue a visitar a su pequeña,
solo una vez al mes lo puede hacer;
tiene solo dos horas
de mes en mes para hacerse querer.
Su ex-mujer lo vigila, como a un delincuente,
no vaya a ser que le cuente lo que no es conveniente.
El solo se esmera por lograr que su nena,
vea en sus ojos... ¡alegría plena!;
que no descubra el dolor que esconde en su mirada,
que no se entere que es la última vez que le habla;
pues su madre ha decidido llevarla a otra nación,
en este mundo... ¡mandan las leyes!, ya no importa el corazón.
Al salir... él le dice:
\"Te veré el próximo mes,
te pensaré todos los días,
no me dejes de querer\".
La pequeña le abraza fuerte,
¡se la tienen que arrebatar!
Yo vi a ese hombre
alejarse de aquel lugar,
y luego le vi... tendido,
¡llorar, llorar y ... llorar!
xE.C.