Creo amor mío,
que mi alma es cascada de sueños a tus pies,
es nube al crepúsculo, de infinitos deseos,
canto al atardecer anhelando el dulce de tus labios,
agua cristalina en tu mirada de cielo,
ojos profundos descendiendo al fondo del espíritu.
Creo amor mío,
que mi alma es voz, presa en tu boca de brisa y lluvia,
es viento fresco en el jardín de lirios y jazmines,
llenando de quietud la turbulencia de mi sangre,
como la luz de la luna,
reflejada en tus ojos de rebelión y vida.
Creo amor mío,
que mi alma, son tus palabras gritando algarabías,
de la vida que late en tu vientre renacido,
de la mujer de tiernos labios,
cual manto de roció,
donde nazco y germino
al borde de tus ojos