Quisieron callarte,
No te pudieron redimir.
Quisieron borrarte,
Y hoy más que nunca, Eres cuna de arte, Razón de ser,
Razón de vivir.
Quisieron silenciarte, Quisieron corromper tú cuerpo,
Quisieron castigarte,
Y no se cumplió.
Nada sabe el cobarde,
De esta tierra,
Que tanto amaste,
Que tanto te amó.
Y tu esencia;
Juega con el viento,
Y es feliz
Entre las sombras
De los olivos,
Donde sigues componiendo,
Poemas de amor.
Ahí es libre,
Sin cadenas,
Ahí es pura,
Sin ataduras...
Ahí vive tu grande alma,
Sin mesura,
como siempre lo ha sido,
Poeta de la Luna.
Quisieron callarte, Pero no lo han conseguido,
Porque esta tierra, Tan tuya y tan mía,
No olvida a sus hijos, Ni \"a las almas
que dan ganas de asomarse;
como una ventana llena de sol.\"
Como la tuya,
Y la luz que te iluminó.
Siempre ganaste, Siempre, Federico.
Y tú memoria sigue viva,
En cada rincón.
☽✩
Lydia Gil