Como siempre siento la montaña,
y me pongo a caminar en mis neuronas,
con la suave neblina de la mañana.
Me hago nube y cerro,
enredado en el viento,
y del camino hasta el cielo,
llevo conmigo paciencia,
sobre todo, pienso en ti,
que es lo de siempre.
Te llevo en mis pensares,
todo el tiempo,
en música del siento
y del alivio,
y a veces me haces llorar
con un canto,
y pienso en ti,
y pienso en ti,
y pienso en ti…