Te extraño de esa forma extraña como se extraña lo que hace mucho no se tiene;
Como un ciego la luz del día, como la mar extraña a los peces, la noche al poeta.
Te extraño en mis versos en los que nunca has estado, mi pluma busca tu nombre
La extrañeza de tu amor y del calor de tu cuerpo se apodera extrañamente de mi.
Sí, gracias a tus letras, que me ha dado tanto, besado el alma silenciosa
A violeta que le puso sonido a la H, y te presto sus acordes para entenderme,
para poder distinguir un poema del periódico o del reporte del tiempo
y decirlo con ese sentimiento, como tú lo dices de mañana a todos y susurras en mi oído.
Gracias a la gracia de poder escribir, de llegar hasta ti, a pesar de las distancias
desde donde escribo y te veo jugueteando con la vida. Escondiéndote de mis letras,
las cuales te persiguen como el sol a la luna, como el colibrí a la flor, como Tú a mí.
Deja que mis letras te toquen, que abriguen esas penas que cargas en tu corazón.
Mis letras no son malas, pero tus los haces mejores, cada vez que me lees,
Cuando permites que tu alma viaje en las palabras y metáforas, que ocultan mi razón,
Cada suspiro que exhala llega a mi pecho como canción urgente, que quiero bailar,
Me nueves el cielo, me traes alegrías, me alegras la vida y me haces decir gracias.
Gracias por tantas cosas, por tu pelo largo que cobija mis temores, en noches inciertas,
Por tu voz que me guia, tus ojos que me alumbran, la seguridad que das a mi caminar,
Por reservar ese lugar de tu cintura, solo para mis brazos en días donde compartes tu latir
Gracias a la vida, el universo, la casualidad y tus versos, que dirigió mi corazón a tus estrofas.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO