La gota que salió del vaso,me dictó que era hora de irnos, pero sin antes reprochar a tu espalda que es sinónimo de la nada sobre tu actitud , exigirle al vacío una explicación lógica y a la soledad un abrazo brindarle.
Aunque a la razón llegó a la conclusión que fué toda una ilusión creada por él, fué una ilusión que se sentía tan bien, sin antes mencionar que no volveré.
La gota no volverá a entrar al vaso ni tampoco yo te dejaré entrar a mi corazón, si algún día quizás no tan cercano te atrevés a volver, no hay espacio para tí.
Y si alguna sonrisa se te escapa entre tus labios, no te atrevas a direccionarla para donde mí, por qué seguramente la esquivaré por motivo de que me recordará a mi vaga ilusión del ayer.
Y si alguna mirada se aventura a sobrepasar la frontera entre nosotros, no te atrevas a dirigirla hacia donde mí, porque seguramente me harás llorar después, ya que me recordará al sueño del pasado.