Hablas, pero por dentro gritas.
Nadie te escucha y de un momento a otro te callas por si alguien te ignoraba y realmente si te oía no pregunte qué te sucede, aunque por dentro quieres gritar que necesitas ayuda sin sentir que a alguien molestas.
Hablas, pero por dentro gritas.
Necesitas ayuda y nadie te la da, deja de dramatizar, es lo único que puedes escuchar.
Hablas, pero nadie oye.
Le gritas al mundo que solo un poco de compasión necesitas, pero solo puedes tener un \"que bien molestas\".
Hablas, pero nadie oye.
Duermes incontables horas en el día tratando de dar el mensaje que desde un inicio has intentado, pero solo te pueden llamar, \"perezoso\".
Hablas, pero nadie te socorre.
Corres la voz pero todo mundo te calla. Tomas una decisión que terminará con tu existencia, no sientes pertenecer a este lugar.
Hablas entre dientes, ya tomaste tu decisión y solo estás destilando por la venas rotas la sangre que le da vida tu ser, todo mundo corre, ahora, todos te socorren, ya nada hay por hacer.
Se escuchan, entre murmullos, era un muy buen ser, todos en tu funeral se lamentan, debí escucharle algunos comentan.
- Santiago Ch.