Que desaparezca mi alma en un aparte
instantánea quizás sea lo más adecuado...
¡Las puntas afiladas de esas hojas susurrantes
se recortan dibujadas contra el cielo azul brillante
en sí exiliado como lanzas de gigantes
del espacio defendiéndose contra el de su parte
desde suplencia en instalaciones profanadas adelante
con este fuego de épocas en pasadas vastedades
al pairo la nave mía estelar constelando
con su estela hechizada los paisajes de abajo...!