Cada día que nace
es un soplo de vida,
es un parto gozoso,
es un canto al amor
una oda gloriosa,
una aurora encendida
el preludio vibrante
de un mañana mejor.
Cada vez que el rocío
besa nuestra ventana,
que los pájaros cantan
su gozoso pregón
hasta el péndulo frena
su infinita carrera,
se detiene un instante
para oír su canción.
Cuando enciendo los ojos
abrazado a mi esposa
creo estar en el cielo,
en un mundo mejor
donde no existe el hambre
ni el terror ni la guerra
donde el odio ha prescrito,
donde impera el amor.
Pero salgo a la calle
Y me envuelve la niebla
los fantasmas arrastran
sus cadenas de hiel
el futuro es un túnel
que conduce al abismo
un feroz remolino
en el amanecer.
Pero ya no les temo
Solo son espejismos
demoniajos deformes
que nos hacen creer
que son seres reales,
que podrán con nosotros,
que el mañana no existe
¡solo existe el ayer!
Canto, bailo y sonrió
espantando las sombras,
me refugio en un parque
a la orilla del mar
Y respiro la brisa
que ha espantado las fieras,
el mañana es hoy mismo
¡no me lo robarán!