Te despiertas de mañana
y resuenan cascabeles,
tu sonrisa es la miel pura
tus ojos, luna creciente.
Se alborozan los rosales
cuando leemos alegres
nuestros cuentos, por las tardes,
con sus dimes y diretes:
¡Sin traje, un emperador!
Brujas comiendo pasteles,
la casa de chocolate
de aquellos Hänsel y Grétel.
Un guisante y su princesa,
mariposas de la suerte,
Cenicienta y su zapato,
sirenas junto a los peces;
lucen lindas las sonrisas
cuando trotan los corceles.
Aferrada a su baúl
contenta, como los reyes,
Laura juega en el balcón
¡parece salirle un diente!
Tras olores culinarios
se alegran sus dos mofletes,
su abuelita la consuela
con natillas y merengue.
María Teresa Fandiño.
Poema registrado.
13/12/2021