Su voz se deshace lentamente;
como la fauna entre la arena de las tormentas,
como una gota de sangre en el ancho mar
y la vida que se pierde por doquier.
El viento sopla y mueve su cabello,
la música sigue sonando,
las personas continúan barullando,
pero el actor principal los ciega en un destello.
Su alma deja su ser,
ya a nadie debe complacer.
Sonriendo dice hasta luego,
deja el lugar en completo desasosiego.
La multitud lo aclama,
su sangre lentamente derrama,
y tal cual como subió a la fama, cayó;
Con las manos ensangrentadas y un agujero que lo atravesó.