Pasa un destello veloz en mi mirada,
Es el reloj quien me mira indiferente,
Me dice: \"oye, que aún no ha pasado nada\"
Y luego veo una gran pared enfrente.
Recuerdo cuando el hyperion era un retoño,
Y que creció en un parpadeo de mi ser,
Pero sin saberlo el invierno se hizo otoño,
Y no hice nada, porque no lo pude ver.
¿Cómo decirle a la vida \"No te vayas\"?
¿Cómo decirle a mi cuerpo que no crezca?
Si en mi mente hay una voz que no se calla
Y la luna \"es\" aunque en el cielo amanezca.
Y aquí estoy, hoy, firme, después de todo,
Sigo de pie pero no por mucho tiempo.
En el reloj de arena hay mucho lodo
Y un último grano es deshecho en sentimiento