Puedo sentir felicidad cuando te pienso.
Sentir que la luna me sonreía.
Mirar tu tierna sonrisa, como una noche infinita.
Sentir tu mano sujetando mi alegría.
Puedo sentir felicidad cuando te pienso.
Sentir tus labios de fresa.
Tu mirada en la mía, como un atardecer de primavera.
Tus cejas curvas como flor fresca.
Tal vez en otra vida fui feliz contigo.
Con tu dulce voz como aves cantando cuando sale el sol.
Con tu cabello jugando con el soplar del viento.
Con tu aroma de inocencia y girasol.
Tal vez también eres feliz cuando me piensas.
Esperando un abrazo sin motivo ni razón.
Así puedo escuchar la sinfonía que no sonó,
pero palpitó en mi corazón.