Cansada me asomo, mi bien, a verte
y tú me hieres volviéndote esquivo.
Tibia ilusión, por quien, apenas vivo.
Siento que así, no puedo ni quererte.
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Estoy llegando al portal de la muerte.
Debo valorar el amor y no el atractivo.
Te has convertido en un ente fugitivo.
Más aún, cuando yo, decido ir a verte.
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Es la evasión, por quién, ya no muero.
Dudo, te he visto deshojando una rosa
y me pregunté, si era por otra o por mí.
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Y, aún, desde mi duda, ya no te espero.
Me callo, evito que tú me veas, gozosa.
Yo ya sé que, mi amor por ti, ya lo perdí.