Montenegro Angel

Ayer me rompieron el corazón María.

 

Ayer me rompieron el corazón y me eche a buscar tu nombre.
Y Siempre que me rompan el corazón en estancia primera estará tu nombre.
Le cuento a tu pasado cuando retrocedo el tiempo hacia atrás del bien que le he echó a todos esos corazones que en este presente son mi pasado. 
Ayer me rompieron el corazón María y fui corriendo a buscarte, a pedirte disculpas y a preguntar si está bien realmente abrir el corazón para ser solaz de los que aún no han visto la luna. Me recorrió un recuerdo en los brazos y te abrace enamorado y triste.
Y es que no quise ser lo que fui contigo... Jamás habría sabido que tanto tengo si no hubiera entrelazado mis labios con tu cuerpo tibio.
Después del primer amor me encuentro en un bucle, un trillar de consignas que llevan a respuestas y consignas. 
Un intenso deja vu en el que soy lo que fuiste, con quién debería ser lo que fui contigo, pero son como yo... como fui contigo: Con la perspectiva de un mundo hinospito, rodeado de gente vacía, de sentimientos al aire. Cómo iba yo a saber, cómo iban ellas a saberlo. Si gente como nosotros que solo conocieron la soledad y el oscuro sentimiento de no haber sentido en la más mínima partícula del cuerpo y la sangre un suspiro, un roze de amor. 
Me lleve más de ti de lo que esperaba, mis ojos ahora son de amor y veo el mundo de brazos abiertos como para amar a cualquiera.
Menos que menos soy buena persona. No para ganarme el cielo o eximirme de mis errores. O suponiendo que volverá a mi todo lo bueno que doy ahora, no María así no son las cosas, quien busca el cielo y el perdón de si mismo, no merece absolución. Seré amor y llevaré tus ojos y palabras, solo porque creo que es lo correcto.