Escuché llorar al viento
sin razón y sin motivo
había estado cautivo
dentro de un mágico cuento.
Ahora viajaba lento
cambio su temperatura
deseando una aventura
más allá del horizonte
con un amigo bisonte
conocido en la llanura.
El bisonte era amigable
con un poco de locura
y una dosis de ternura
lo hacía tan adorable.
El viento era responsable
y tenía su trabajo
sin tiempo para el relajo
no tenía vacaciones
solo escuchaba canciones
se sentía cabizbajo.
En su sueño eran amigos
se llamaban los compadres
hacían buenos desmadres
y las aves de testigos.
No recibían castigos
ni les reclamaban nada
la magia le fué apagada
nada de eso era posible
su vida era incompatible
la amistad le fue negada.
Isla ✨