Un Anciano observa con insistencia a la lluvia.Quizás con las nubes reconstruye a ciertos pedazos de su historia, o quizás en cada gota deambulan sus recuerdos y presiente algún vestigio de sus pasos, no lo sé. Quizás vea en la lluvia lo que verdaderamente somos: belleza y catástrofe, tal vez.
De pronto los ojos del Anciano parecen revelarmelo todo: la vida es lluvia, pasajera y hermosa.