Me veo a mi mismo…
penetro en mi interior…
indago en mis adentros la manera más digna de sobrevivir,
alguna valiente opción de vencerle al dolor,
y observo con inquietud mi dilema,
respiro profundo,
y con ansia suprema… presagio mi inevitable realidad,
advierto mi destino de vacío…sin ti.
Encerrado en esta absurda penitencia,
privado de ver la luz brillante de tus ojos,
resignado a este sentimiento inicuo…y a la vez inerme,
a esta pena incontable.
Carente de emociones,
privado de latidos,
prohibido de suspirarte,
aislado en el silencio más remoto,
abandonado por tu helada desaparición,
empujado a este espejismo de incertidumbres…
a este desierto de sueños divididos…
con un cargamento de insomnios irónicos de prolongada soledad.
Olvidado por los flechazos del cupido enamorador,
atado a la condena de pensarte indefinidamente…sin respuesta,
imagino acariciarte con cada pensamiento…con cada latir del corazón,
cautivo por cada recuerdo proscrito de pasión.
Postrado de rodillas a la esperanza…
susurrando una profunda y desconsolada oración,
me voy haciendo a la idea de renunciar a ti…definitivamente,
pues ya no queda ni la remota opción…de volver a saber algo de ti.
Me dejo llevar por este castigo atroz,
me arrastra la corriente de esta impotencia indescifrable,
y navego en el mar de mis dudas…hasta el despeñadero de mi nostalgia extrema,
caigo en un laberinto de ilusiones imposibles…
y no encuentro la salida…me siento perdido…
desamparado…en un recogimiento total.
Me sumerjo en este desengaño abrumador,
me siento atrapado en este desafecto hiriente y frio…
y pierdo la voluntad,
me dejo apagar de esta tristeza insistente…
que ha cooptado mis sentidos…y se adueñó de mi inconsciente.
Estoy deshabitado…al borde de la nada…
con una melancolía exhausta…
incurable…
que me inundó de lágrimas…
me ahogó de llanto…
y me ha herido de muerte…
por tu desamor fatal.