No puedo prometerme que este es el último texto que te escribo, porque muy seguramente lo siga haciendo por otro rato más.
El que te siga escribiendo no quita el hecho de lo molesta y frustrada que me siento al no poder dormir por estar pensando en ti, por estar pensando en o estúpido que fuiste al regresar únicamente porque no podías con tu soledad.
Lo cual es irónico porque se supone que estabas bien conmigo alejándome porque lo tenías todo, tenías a la niña que te gusta queriendo algo contigo, tenías tu crecimiento personal, tu amor propio, estabas completo y lleno, pero nuevamente regresaste a buscar algo de mí, y sigo sin entender qué es y porque no lo encuentras en algo o en alguien más,
Regresaste a decirme que estas enamorado de mi, que aún me amas y que no has podido olvidarme, regresaste a plantear ideas de un futuro reencontrándonos y dándonos cuenta de que lo que siempre quisimos fue estar juntos, pero la realidad es otra.
Si tu realmente hubieses querido estar conmigo hubieses luchado por estar juntos, no me hubieras dejado cuando más te necesité, no me hubieras hecho sentir insuficiente, no me hubieras hecho sentir un estorbo, no me hubieras dañado como lo hiciste, no seguirías estando con ella y llevándola a todos lados como si se mereciera ese lugar.
Y sé que no lo merece, porque si de verdad fuese capaz de ocuparlo no tendrías la necesidad de regresar a mi. Si estás aquí de nuevo es porque no conseguiste lo que querías con ella, nuevamente te adecuaste a las condiciones de alguien que decía sentir algo por ti, hiciste lo que ella quiso, y cediste a lo que acordó, porque mientras tu pensabas en mantener un respeto por ella, porque querías una relación real, ella solo te ofreció algo vacío y sin compromisos, algo completamente fugaz y hueco, algo de un momento.
De todo corazón espero que hayas sentido ese vacío que te prometí que sentirías al estar en ese tipo de relaciones tan superficiales, tan simples, tan individuales, en donde las personas consiguen lo que quieren y se marchan, donde las personas únicamente ven por su beneficio propio sin pensar en los sentimientos ajenos.
Te felicito nuevamente por tu progreso, cada día te conviertes uno más, cada día me demuestras que te vuelves igual que al resto, y definitivamente tenías razón, no lo comprendo, no comprendo ese supuesto amor que profesas, ese amor que dices que sientes por mi, mientras te estas cogiendo a la morra que por tanto tiempo me causó inseguridades, definitivamente no lo comprendo, y no porque no quiera entenderlo, sino porque nadie es tan estúpido como para comprar esa idea de amor, ni siquiera yo, que por mucho tiempo tuvo esperanzas en entender el tipo de amor que tu tenías por ofrecer.
Lo tuyo no es amor, lo tuyo es soledad, falta de amor propio, necesidad de afecto y aprobación, complejo de superioridad, narcisismo, inmadurez, egoísmo, lo tuyo es todo eso, menos amor.
Ahora me queda claro porqué no entendía el amor que me prometías. Es que no era amor.