La madrugada se vistio
con la luna de nuestra piel
y cada estrella se desnudo
vistiendose de miel.
Nos dimos la vida
y la noche se baño
en la playa de nuestras caricias,
donde el corazon bailo y bailo.
Como retroceder en el tiempo
nos vestimos de mariposas
de verano y de invierno
con alas de amapola.
Nos amamos con ese lenguaje
del cuerpo que abraza el alma
y nos recorre y arde
entre besos y magia.