Alejandro Irache

Sociedades inhumanas

Están aquí
las burlonas hienas
asechan concientes de su infame labor.

 

¿Qué hay aquí más que árboles secos
y polvo bajo los pies?

 

Si,
hemos dejado a las carroñeras fieras comerse nuestros cuerpos
y hemos encontrado en la noche la soledad encarnada
en las palabras que no hemos dicho.

 

Que frágil,
que extrañeza la de los corazones muertos
por las cenizas oxidadas del tiempo.

 

¿Hay arte en vivir
encerrados en nuestra propia celda?

 

No hay fronteras que puedan protegernos
de los pensamientos oscuros de los monstruos,
ni hay razón para no unir las piezas
de la ilusión.