Te amé tanto que me duele haberte amado,
fué tanto lo que te quise, que se quedó el dolor sembrado,
no pude olvidar tu risa, ni el café en la mañana,
ya los pájaros no trinan, el naranjo se ha secado,
la fuente de los deseos, tiene muzgo incrustado
en las hendiduras de sus piedras, con las que fue cincelado.
Todo lo veo sombrío, hasta el cafetal florido...
Ese ya no da frutos, las chapoleras se han ido,
a recolectar la cosecha al otro lado del río...
Ese riachuelo rincón de nuestro idilio,
ya no canta ni murmura, sólo de el queda el eco
de sus límpidas aguas que bañaron nuestras ansias,
el tedio todo lo ha carcomido, sólo florece la semilla
del hastío, que cuando te merchaste,fuiste sembrando.
El dolor dentro de mi pecho, lo llevo germinando,
la tierra yerma, con las lágrimas voy regando
que salen de mis ojos turbios.
En estos campos sólo florecen cardos,
que cuando camino voy pisando,
dejando la huella de la melancolía
de mis pies que sangran por las heridas,
por cada paso que voy dando,
en el sendero escabroso de mi llanto.
El camino voy desandando,
porque siempre te ando buscando
por esos senderos, que contigo habia recorrido,
quizás encuentre el olvido en algún paraje escondido...
Es que ya no se porque te busco, ni para que te busco,
si en ti ya no debe de quedar amor
y se habrá muerto la ilusión.
Yo sólo quiero encontrar el sol que me devuelva la luz,
quiero que me abrase el estío y me quite este escalofrío
que habita siempre en el cuerpo mío.
¡Como me duele haberte amado tanto!
¡Haberte amado tanto como me duele!
¡Como me duele haberte perdido
y no saber cual fué el motivo!
Sólo de tu amor me queda este frio
que se rezaga en las entrañas
y entumece mis sentidos.
¡Como me duele haberte perdido
y no saber cual fué el motivo!
Felina