Velando fantasmagóricos astros en las estepas
de las montañas noctámbulas del cielo lunar
me entregan, sus luces cadavéricas un presagio.
morimos todos, como vivimos, y ambas cosas no las pedimos.
Pero existimos invariablemente, absolutos puntos que se trasladan
en la geografía de la vida y la muerte, la gravedad y el amor nos calientan
nos funden en esta masa de anhelos y decepciones, pero la esperanza no muere
vive su fuego para siempre, en el origen de todo busco...\"En Dios recuesto y descansa mi cansada frente...\"