En el gélido y tenebroso pasillo en el que me encuentro
donde lo único a lo que no reniego es a la poesía,
corredor donde miles caen, la soledad es el centro
en este túnel de letárgica y tortuosa travesía.
Arduo es lograr ver la luz en el final de la soledad
me considero el animal extinto por sobrevivir.
Acerbamente y a duras penas aún conservo mi dignidad
odio a la soledad, con ella no se puede convivir.
Ruego porque a mis semejantes y hermanos no compadezca,
la soledad es fúnebre y nada bueno se infiere de ella
¡Antes que vivir solo elijo que en mi cabeza anochezca!
Por favor se justa soledad, contemplo por mi buhardilla.