Soy el último Quijote
Sin Sancho no soy nada
Más que un atado de huesos
Amarrados a mi espalda.
Voy con mi lanza de palo
Atacando a los fantasmas
Que se suelen esconder
Bajo diez mil semblanzas.
Aldonza la prostituta
Es una mujer descarriada
Pero igua es la Dulcinea
De mis versos y alabanzas.
Los molinos son edificios
De sociedades poco gregarias
Donde le roban al pueblo
Y nunca pagan la fianza.
Los enemigos se esconden
Y maquinan sus jugadas
Nadie puede atacarlos
Ni yo con mi humilde lanza.
Mañana estaré en Castilla
Hoy en un lugar sin mancha
Para que ella me siga
Junto a mis palomas blancas.
Amor defenderé tu honor
A punta de buenas palabras
Soy bravo y caballero
Hijo de buena crianza.