Los ojos del tiempo creen
que vendrás mañana
y te estan preparando
una sucesión de guiños.
Los dedos de la paciencia creen
que vendrás mañana
y siguen ensayando el concierto
de caricias.
Los brazos de la ilusión creen
que vendrás mañana
y ultiman la desembocadura
de abrazos.
Hasta la espera de los anhelos
confía en verte llegar mañana
y yo no me atrevo a decirles
la verdad.