Por allá en tierras cántabras, en san Vicente barquera,
Habita una españolita con alma grande y bravía
Y aunque es muy peninsular, más parece comunera
De aquellas que en Santander prendieron la rebeldía.
Sangre de pueblo galopa por su corazón y venas
Y cada palabra suya invita con valentía
A reclamar la justicia pa los que tienen apenas
Con que no morir de hambre ni donde pasar el día.
Yo la he visto desde lejos cuando va al pueblo y camina
Entre las gentes y mira cada vez más por encima
A los pocos que son dueños de riquezas y poder
Y con rabia se pregunta: será justo que la ruina
Sea cada día mayor pa las gentes que originan
La riqueza de los pocos que al pueblo suelen joder?
Fernando de J. Cardona Caro