Quien ha visto a mi buen Jesús obrero,
al amigo de pescadores artesanos,
al que sudó pan para sus hermanos,
treinta años con su Padre carpintero.
Si le ven díganle que muchos le andan buscando,
por campos y ciudades del siglo pervertido,
cargando el sagrado evangelio muy mal herido,
dejado por guías ciegos que a Jesús no amaron.
Digan también que la Iglesia la hicieron mercado
la vendieron los perversos religiosos esclavistas,
desde la primitiva iglesia intentaron los simonistas,
comprar la sagrada Iglesia dejada por el crucificado.
Está escrito en el libro de escritura sagrada,
advertido a pastores por el profeta Malaquías,
diciendo que a ovejas enfermas abandonarían
por las ovejas gordas con carne y mucha lana.
Quién ha visto por ahí al Jesús obrero
que apostatas disfrazaron de capitalista,
con leyes crueles de pluma esclavista,
explotan y roban a hijos del carpintero.
Jesús dejó escrito donde viviría,
en el pobre y en aquellos que claman justicia,
no en quien quebranta al obrero por avaricia,
ni en quien con leyes abusivas lo explotaría.
Quita la biblia de tus hipócritas manos,
porque vuestros hecho os denuncian,
sin misericordia el evangelio ensucian,
los que no sienten el amor cristiano.
Autor: Mariano del campo.
(* simonia: del nombre Simón el mago, que quiso comprar a los discipulos de Jesús el poder del espíritu santo. simonía es la compra o venta deliberada de cosas espirituales como los sacramentos, o como vender un lugar del cielo)