Es un tema difícil para mí el que este día me toco.
Resulta que de un niño me debo de ocupar.
es un pequeñín, travieso, risueño, lleno de vida y juguetón.
Tiene muchas ganas de ser mayor, de crecer,
de ir a la escuela y viajar, muchas ganas de viajar.
Yo no sé honestamente como me debo de comportar con él,
si me pongo serio o me vuelvo ríspido, no conozco su reacción.
Este niño no me teme, no conoce el dolor,
ya ha probado de todo: ha sido abandonado,
ha pasado fríos, hambre, sed y sin sueños se ha quedado.
Él solamente confía, si confía.
Sabe que no volverá a ser abandonado.
Me ha tomado de la mano y seguro me llevo,
a conocer su mundo, sus amigos y sus cosas.
Me ha contado sus sueños y me dejo entrar en su mundo,
No puedo abandonarlo, seria cobardía, seria cruel hacerlo.
Es tan solo un niño, un pequeño ser falto de calor, de ternura, de cariño,
Es…es tan solo mi corazón, mi corazón de niño,
que volvio.
© Armando Cano.