Guardián De Ángeles

Nuestra conjunción orgásmica

Me atrae el arresto de tu piel, todos mis esfuerzos por contener mis suspiros atolondrados son vanos y mis manos aspiran recorrer ostensiblemente las orlas de tus labios. Tus ojos candentemente musitan expresiones apasionantes a mis ojos y mi espasmo se estampa en los pedúnculos de tus pechos erguidos. El botón de tu margarita expandiéndose esparce efluvios que seducen a mi virilidad y mis entrañas atizan el fuego avivado, con el que podré implantar el acuoso brebaje de mi sortilegio en el recodo de tu fertilidad. El lienzo de tu cabellera guarda caricias delirantes que esperan pacientemente liberarse sobre las extensas capas de canela en mi cuerpo impetuoso. Y desde tus curvas vivificándose se extienden pistas gráciles indefinidamente en toda tu sensualidad, para realizar desde ellas un viaje extasiado hacia el infinito, en el instante superlativo de nuestra conjunción orgásmica.