¡Despierta!
¿Dónde se han quedado todas las poesías que te escribí?
Aquellas, que anidaban nuestros instantes,
y mojaban con dulzura momentos tiernos,
las que estremecían tu alma cuando leías “te quiero”
y hoy vagan por el arenal de mis desiertos.
Te busqué en el laberinto de mis recuerdos, para tratar de entender, porque se han muerto nuestros sueños,
aquellos que soñamos juntos
y hoy te juro, no comprendo.
¿Dónde se han quedado los abrazos,
que nos dábamos en las mañanas?
Cuando el sol trepaba lento
y envolvía de tibieza nuestras almas.
¿A donde se fueron las charlas interminables que rodeaban nuestra cama?
Y las caminatas por la playa que hoy recorro entre nostalgias.
Te has dormido...
y en los umbrales de mi soledad,
tu voz penetra mis sentidos,
te busco en cada paso y sigo tus huellas en los caminos.
Mientras las hojas del otoño caen sobre ti, veo tu nombre en nuestros anillos,
los que un día nos unieron, eternizando aquel idilio,
y ahora te pido a gritos... ¡despierta!,
sin ti, ya no vivo...
Ricardo Ismael