Su boca traspasaba mis labios,
su rostro resplandecía lascivia,
su cuerpo terso, suave, rítmico,
consolidaba una pasión incierta
Sus manos me acariciaban
sin cesar, precipitaban sincopes,
sus piernas me entrelazaban
sus pechos perforaban mi torso
La proximidad ampliaba latidos
la libertad taponaba sentidos,
sábanas, adheridas a los cuerpos,
tálamo crujía al abismo de la furia,
Su sombra perfilaba sobre el lar,
mis rígidos brazos vestían su cuerpo,
la rojiza melena colonizaba la atmósfera,
mi turbación estimulaba su resuello
Roce, secreción, pasión, delirio,
un coctel embrujado inicuo, perverso,
intensa reiteración cardiaca, tenaz,
alquimia y fuego espolean nuestro amor
¡Un ósculo, eclosiona desde nuestros cerebros!