Alexandra Quintanilla

Para mi

En el transcurso que este vino en mis manos a mi boca se disuelva.
He de darme cuenta que no soy la gran maravilla... Tan poco la gran porquería que todos creen.
Puede que todos mis sueños se esfumen en el humo de lo imposible.
Y puede que quede sola y triste.
Pero nada es peor que la aceptación de los demás y no la de una misma.
La luna no está, cariño, nos fallan los astros y eso que jamás creí tanto como vos en los horoscopos. Mi vida es una mierda.

No le encuentro significado a absolutamente a nada.
Vivo en un ensimismamiento mediocre.
A nadie a quien amar, a nadie a quien yo ame.
El ukelele suena de fondo. Cuando se funde en el inmenso espacio suena Nacho Vegas, y me dice - Esto es lo que decidiste - en una marea de canciones que hablan de la tétrica soledad que me acompaña.
La vida no es lo que uno cree cuando tiene seis. Y ya son más de la siete, son las nueve, casi las diez. Y ya van a ser las doce. Y mis letras sangran sin la necesidad de manchar la alfombra... No sos si quiera la mitad de lo que juraste que serias... Sos solo una mujer hecha nada. Con la música del Gordo y el licor haciéndote sombra el viernes por la noche... Pero mañana el alba te despertara, y te dirá, haras lo que tendrás que hacer mientras tus párpados se cierren para siempre. Mientras, finge que todo está perfectamente...