Ben-.

Todo fluye-.

Nada, nada, nada!

Ni el cuerpo en su ambición

oscura,

ni ese lamento que circula

andenes abandonados.

Todo fluye, nada queda.

Son dos lumbres las que se aprecian

en mi pecho, antes tan lleno

de un pulular de gentes y estancias.

Y ahora, sin embargo, nada.

Dos rotas cadenas, antes ignoradas.

Capiteles sombríos que rescata el crepúsculo.

Nada, nada, nada, todo fluye

y todo devasta, la acción, lleva a la muerte,

instantánea!

 

©