Raiza N. Jiménez E.
A Estela.-
Una hermosa sonrisa surca su cara;
sus blancas perlas exhiben su brillo.
Es como si su sonrisa con ella flotara;
y su bendición sonara a lindo estribillo.
Qué dama tan hermosa, es mi amiga;
Nada de su donaire le roba el espejo;
Ella con sus bondades todo lo abriga;
su amor todo lo convierte en festejo.
Cualquier ser que a ella se aproxime;
recibirá con abundancia, sus cariños;
porque no hay ser que ella no anime
y esta mujer, es especial con los niños.
Yo la he visto desde hace mucho rato,
repartiendo simpatías y consuelos,
y que todos gocen de un minuto grato.
Y, si ella pudiera, les bajaría los cielos.
¡Si te encuentras con esta misma Estela;
debes saber que ella, no tiene gemela!
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A mi querida amiga Estela Montiel;
una mujer que nos da su amor a granel. — con Estela Montiel.