Arrastrando añoranzas suspendidas en el tiempo.
Descolgando de lo perpetuo pesadumbres exánimes…
medito los momentos compartidos.
Consumiendo unas cuantas ilusiones desgastadas…contraídas…
percibo envejecer el presente como otoño desvaído.
Dilapido los exiguos minutos de silencio penetrante,
escarbando en el destino…instantes elevados de sentimientos cristalinos,
y procuro rescatar alguna emoción alucinante que me devuelva la sonrisa.
Encadenado a tu imprudente indiferencia…voy, obediente a tu abandono.
Apresuro mi urgente huida…intentando escapar de tu mundo de vacíos.
Me escondo de tu tempestad de conflictos…bajo los portales de la nostalgia …
y correteo los umbrales de mi hastío, los rebaso extenuado…
sin dejarme alcanzar aún por ese efecto de angustia fulminante…
que busca derrotarme…y acabar conmigo,
(intuyo que pretende demoler los sueños para establecer en mis días un despliegue de pesadillas)
Me voy apartando de las heridas…inventando consuelos palidecidos.
Me disperso en la distancia…y construyo ausencias que me protejan de tu atroz arremetida disfrazada de despedida, que sabe a muerte.
Me coloco mi antifaz de regocijo y tiño el futuro de púrpura…
pintando calandrias en mi crepúsculo confuso.
Oculto mis penas tras débiles desahogos…detrás de espejismos mentirosos…
para burlar tu tenaz propósito de olvido.
Ataco esta incertidumbre con un ejército de poemas heridos …adoloridos…
que convierten la tristeza en pinceladas de distracción…que perfuman mis sombras de un aparente alivio.
Me siento esclavo de mis latidos desahuciados.
Me inundo de una ansiedad incontenible como también intensa.
Me dejo provocar de esta melancolía abrumante.
Caigo en un trance insondable…que me desciende despacio a lo más profundo de este misterio pánfilo,
y encuentro inesperadamente ahí…una paz sublime…
donde mi apagada existencia descansa,
y allí duerme…
Sublime trance.