No hay nada que sustituya tu compañía, ella es mi alegría en la distancia y el tiempo, tu ausencia aumenta mis ansías, mis deseos, mis ganas, así que cuando te venga en ganas me lo pides y nos vemos.
El regreso del invierno, anuncia el hielo ese que nos separa nos dispara a matar sin tu presencia no hay paciencia no existe constancia, al no ver tu mirar me hace despojar de la alegría la paz y la calma.
Mi alma me empuja a la tuya, mi calendario dejo pasar septiembre y no te llamo, mi cama te llama mi pecho te siente mi corazón me da su latir y en su palpitar repite tu nombre, y así otro mes más y yo mirando al mar en mi ventana pregunto ¿Cuándo vendrás?.
La distancia enemiga de mi vida te aleja más y más, pero sin saber que a la vez me acerca a tu tez, me hace pensar en tu ayer y me enamora más, despierta me hace soñar y al soñar me despierta pensándote, maldita distancia que no se entera que solo me altera las ansias.
La ausencia solo me recuerda que tú vives cada día, en una canción, en un poema de amor, en el calor de la hoguera, en la puesta de sol, en la sonrisa de un niño en el calor de le gente, en todos ellos estas ahí presente para darme más ilusión llenarme el corazón y darle paz a mi mente.