José Luis Barrientos León

Dormir a tu lado

 

La primera vigilia de esta noche,

entre el aroma del incienso que desaparece,

y la figura de tu cuerpo concatenada a mi libertad,

recogiendo la melodía de tu piel, en el roce con la mía,

en esta sensación de eternidad,

de mi infinito acercándose a tu infinito,

 

El incesante vaivén del latido,

advertido por mi mano, colocada en tu pecho.

Mi pecho adherido a tu espalda,

percatándose de tu calor,

concibiendo el descanso,

de mis párpados cerrados por tu cabello

 

Mi pensamiento buscando tu voluntad,

la cosecha de tu vientre,

como regalo entregado por el viento.

La calma de tu respiración inundando mis ideas,

el contacto de tu alma, entre sábanas y susurros.

 

Son la primera vigilia de esta noche

que se repetirá mañana

cuando la melodía de tus sueños

desencadenan los míos,

anhelando tus abrazos

 

Tu espalda apaciguando la tempestad

de temores derrotados,

por tu cuerpo de agua y brisa

incitando al corazón,

cuando tímida mi mano,

se acerca a tus labios.

 

El aroma del incienso que regresa

abrigando de melodía la noche

cuando la frescura de las sombras

extiende su sábana pura

sobre nuestros cuerpos rendidos

 

Será esta la primera noche

en que mi cuerpo renacido

entregue a ti la libertad

y el descanso enardecido