Soledad sólo en tu nombre
murmuro desfallecimientos
sacrilegios organizadas blasfemias
octogonales enfermizas cocinas
donde yacen oportunamente
taciturnos montículos de tierra
y se exacerban los aurigas su celo
de acometida aérea. Oh pájaros
hermosos, su vetusto paraíso perdido,
la velocidad que imprimes, el olvido
meticuloso donde reposan los candelabros,
como brazos, como ilimitadas formas
del consuelo, tu solo llanto enajena
mi soledad, puesto que por ella
te nombro!
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