Si en la noche me derrumbo y tus manos no hacen soporte, que me muera en las aceras, entre coches.
Si caigo de las nubes y mi cuerpo se abre estrepitoso, que nadie grite ni llore.
Que abra la tierra paso y que mis pasos sean la guía para un nuevo norte.
Que lo que un día brindé se desborde.
Que la pasión se expanda en el horizonte.
Si me voy, que me vaya.
Si me he ido, que mi sombra sea mi cara.