Era de noche, cuando aún la luna sonreía
y las perlas se perdían en tan bella lejanía;
era de noche, cuando las estrellas cantaban
y el mar alegraba aquellas baladas.
Era de noche, ¡sí! cuando aún los poetas recitaban
versos y la nostalgia de un te quiero,
el viento la desvanecía.
Era de noche, ¡sí!
cuando la oscuridad temblaba
y la luz volaba…