Armando G.

Soy muy viejo

Llegas entras,
te descubro,  
mas dudo,  
cuál es tu edad,  
eres muy joven,  
porque buscas en mi el amor.  
 
Hoy te puedo llenar de mimos,
tu cuerpo vibrará
hoy  en mis besos encontraras la pasión,  
en mis manos la caricia que buscas
y mañana
¿satisfaré tus ardor?
Qué dirán tus padres,
tu tío que pensara
cuando a ellos me presentes,
se preocuparan dios es muy viejo,
puede ser su padre mi hija enloqueció.
 
Hoy te acompañó,
aun te puedo amar,
 pero después cuando pasen los años,
sin fuerzas quede yo,
solo seré una carga
no lo entiendes amor.
Querras bailar salsa
ir a la playa
tomar del sol
pero no voy al parque
me duele mi espalda mi amor.
Tu piel aun brilla,
tersa reluce al sol
tus cabellos tiene su color
la mía esta marchita,
sin fuerzas,
 flácida los años
de blanco tiñen mis cabellos,
no vez que viejo soy.
Para mi hija
no serás una madre,
tendrás la edad de acompañarle
a las fiesta,
hablar de novios,
aventuras, serán cómplices,
no por Dios.
Al pasar de los años
te preguntaras
¿qué hecho dios?
con este anciano enrede mi vida o no,
necesito los besos de un amante,
el fuego arde en mi interior
el es como un tata
no puede amarme, no,
es tan viejo como un padre
como satisfacer mi amor.
Yo estaré muy viejo,
sentado en mi sillón
veré tu hermoso cuerpo,
sentiré celos señor,
sé que te arde el fuego
ese no lo puedo apagar yo,
llorare en silencio
cuando sales por horas
sin saber yo,
¿qué hacer si sin fuerzas, está este viejo hoy?
Es mejor olvidarte,
me alegras mi vida hoy
pero mañana mucho he de sufrir,
cuando tu aún joven,
no me veas como amante,
sea igual a tu padre,
solo un viejo
sin fuerzas, ceniciento
no deseo sufrirlo, no.