Dios ya nos abandonó, dónde está, a dónde fue, o quizá, se hace de la vista gorda, no quisiera dudar, pero he creído que, quizá, no existe, mi fe va en picada, pero a qué me encomiendo, a quién le ruego por un poco de paz, duermo y al amanecer la mala situación va en aumento nada mejora.
Da tristeza ver en el noticiero que las calles de mis barrios se llenan de sangre.
Se recrudece la violencia, niños, jóvenes y viejos son víctimas del terror que se vive cada día, la paz está alejada de nosotros, el miedo invade mentes que desde hace tiempo habían estado creyendo que son más los buenos que los malos y, tal vez, sí. Somos más los buenos que los malos, pero somos los buenos quiénes nos callamos ante las injusticias por el maldito miedo.
- Santiago Ch.